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RESEÑAS



En la escasa trayectoria que lleva el género homoerótico invadiendo nuestras horas de lectura, en contadas ocasiones se mezclan varios subgéneros como los que puedes encontrar en la novela “Asuntos pendientes”, de Ana Prego.

Paranormal. La obra comienza con la protagonista, Verónica, que tras su asesinato, va a parar a un purgatorio muy contemporáneo, donde su octogenaria supervisora le propone arreglar sus asuntos pendientes en la tierra para no acabar su eternidad en el infierno. ¿Cuál es el problema? Que tendrá que hacerlo reencarnada en el cuerpo de un hombre, Fabián.

Humor. Desde los primeros párrafos, la autora va inyectando grandes dosis de humor tanto en la narrativa como en los diálogos, siendo imposible para el lector no curvar los labios con sonrisas espontáneas mientras disfruta de los contradictorios pensamientos de Verónica en el cuerpo de Fabián.

Policíaca/thriller. Este género es el que engloba a toda la novela, más concretamente el de novela negra, ya que tiene todas las características propias del mismo: un hecho criminal que genera una investigación y que va resaltando las vicisitudes de la sociedad.

Intriga. Tener en vilo constante al lector es el punto fuerte de esta escritora novel. Página tras página, Ana Prego sabe cuándo dejar caer una pequeña pista, una estudiada señal, un sorprendente indicio o giro a la historia, no esperado por los que están devorándose esta conspiración llena de un suspense magníficamente llevado a cabo. La confección de la trama es digna de los mejores thrillers, aunque cabe destacar que la finalización de algunas de las escenas, así como de varios diálogos puntuales, presentan ciertas carencias de elaboración que el lector sentirá inconclusos, no por ello afectando al argumento global de la novela.

Erotismo. Un erotismo tanto velado como explícito será uno de los personajes secundarios de la obra, pues si en algo despunta de nuevo la autora, es en no centrar la trama principal en la relación sexual de los protagonistas; cosa que el lector no echará de menos, ya que el ambiente detectivesco será el causante de ello.

Romance. No encontraremos el típico romance, visto en un alto porcentaje en este tipo de género. El amor está presente, sin duda, pero de una forma subliminal: con hechos, sin necesidad de palabras que muchas veces hacen decaer una buena obra a un mero manual de “empalagosismo” forzado.

Es la primera obra de esta escritora novel, y como persona que da vida a un escrito, puede sentirse orgullosa y con la sensación de haber hecho un trabajo que se desvincula de lo conocido en el mundo literario homoerótico.



Este libro, sin dudas, es uno de los mejores que he leído. Debo confesar que comencé a leerlo pensando que era un libro caliente más; pero que equivocada estaba, ya que desde sus primeras páginas me atrapó. 
Al comienzo, pensaba que estaba leyendo un libro M/F y me decía que quizás me había equivocado, pero a medida que iba leyendo me dí cuenta de cual era el detalle y me iba gustando mucho más. Contada en primer persona y salvo porque en alguno que otro lugar me perdía en el dialogo, tengo que decirles que me gustó mucho como la autora narra la historia de Fabián. 

En este libro, les puedo asegurar, se llevaran una grata sorpresa. El pensar como es posible que alguien pueda regresar de la muerte a solucionar algo que no tiene ni idea de lo que es, a mí, me impacto. Y más porque el cuerpo en el que regresa, es totalmente distinto al que tenía, en todo sentido y lo peor que tenía fecha de caducidad. Con un límite de tiempo para solucionar sus asuntos pendiente, vamos yendo por la intricada y complicada misión que tiene Verónica para solucionar todo antes que tenga que irse al infierno. Pero en su tiempo en la realidad nuevamente tiene que adaptarse a un cuerpo que le es totalmente extraño, distinto y absolutamente nada femenino. Más aún, cuando poco a poco el personaje femenino se va diluyendo en la personalidad del joven en quien reencarna por corto tiempo.

Como afrontarían el hecho de darse cuenta que no tienen tiempo para solucionar nada, y a la vez, se vuelven a enamorar del amor de su vida, el chico que lloró su muerte y que ahora que han vuelto lo hacen en el cuerpo de un hombre, perdiendo toda esperanza de tener algo con él. ¿O quizás sí? Divertidas escenas con Verónica aprendiendo a ser un hombre, escenas calientes, una loca carrera por encontrar al culpable de su muerte, sortear peligros y malos entendidos e intentar no volver a dañar al hombre que ama y sobre todo, ir contra reloj para poder lograr todo lo que en su lista a marcado como pendiente. Nos llevará por una montaña rusa de sensaciones y deseos que estoy segura que lo disfrutaran.

Ana, nos muestra de una forma muy sutil pero firme, como en la narrativa, el personaje de Verónica se va diluyendo hasta solo quedar Fabián presente. A medida que avanza la trama, podemos ver como la personalidad de Verónica se va dispersando hasta desaparecer, para dar paso al dominante pero decidido Fabián. La desesperación que nos hace sentir al notar que el tiempo se termina y que el amor se puede perder con solo un segundo de diferencia, a mi me hizo soltar algunas lágrimas. La desesperación de querer quedarse con el amor de su vida, aún sabiendo que luego no lo recordará y peor aún, que todo cambiará para pasar a ser totalmente Fabián, les aseguro que los angustiara. 

Un libro que me hizo pensar en algunas cosas interesantes y soñar con otras, les puedo asegurar que indudablemente es una muy buena historia y no pueden perdérsela. 



Este es un libro que me debieron dedicar, que una mujer termine en el cuerpo de un atractivo joven y comience a pensar y actuar como hombre, es sencillamente genial. Sobre todo el aspecto del cambio de personalidad de la protagonista, es lo más original de la historia y lo que la diferencia de todas las versiones de "Hay una chica en mi cuerpo" que se han visto pulular en series y películas.

Asuntos Pendientes es para mí un libro divertido, ameno, vibrante y capaz de causar una buena descarga de adrenalina al leerlo. A pesar de que contiene el drama de un asesinato y la posibilidad de terminar de cabeza en el infierno si no arreglas unos "Asuntos Pendientes", de los que no tienes idea. Es que tiene tanta chispa, los diálogos son tan fluidos y llenos de vida que, mientras pasas las páginas llenas de tensión por la búsqueda de un asesino, no puedes evitar echarte a reír por las frases que suelta nuestra protagonista convertida en todo un galán.

La personalidad de Verónica, transformada en Fabián, es el mayor atractivo de la historia. En el primer capítulo vemos lo peligrosa que ella puede ser con un par de zapatos de tacón, y en el resto de la novela conocemos sus sentimientos, sus dudas, su amor y deseo apasionado por su ex novio Diego... y su gran dilema porque, a pesar de tenerle cerca de nuevo, él obviamente es hetero y no sabe si debe dejarse llevar por la pasión que aún siente por él, una pasión que ya no es la de la mujer que fue, sino la del joven que ahora es. 

El bueno de Diego es un amor asumiendo su confusión ante el flechazo que ha tenido por Fabián. Me gusta cómo se desarrolla la dinámica de la pareja, como la atracción va dejando ver algo más profundo que siempre estuvo ahí y que se renueva gracias al extraño reencuentro. Las escenas de sexo son explícitas, de buen gusto y entretenidas gracias a las maneras de ser de los protagonistas. 

Ahora bien, ¿la personalidad de Verónica ha cambiado por la de Fabián, o simplemente es ella misma en una versión masculina?Esa es la gran duda que me acompañó durante toda la novela. Además me encantó cómo Verónica/Fabián llega a ser noble sin caer en moralismos ni sentimentalismos. Lo bueno que hace por los demás le sale como algo natural, desde lo mejor de sí misma/o como ser humano y no tanto porque tema irse al infierno.

La cacería del asesino le proporciona intriga a la historia. Vamos saltando de sospechoso en sospechoso, sorprendiéndonos ante los aliados y enemigos que surgen, descubriendo con Verónica/Fabián que la imagen que tenía de algunas personas de su entorno no era real, o al menos que estaba incompleta. Al final nos llevamos una verdadera sorpresa cuando el misterio se desvela.

La manera como termina la novela es para darle una ovación de pie. Después de mantenernos al borde de la silla, mordiéndonos las uñas porque no tenemos idea de si estamos ante una tragedia o un final feliz... pues, nos da un final muy bueno, coherente con la novela y del que no pienso decirles nada para que sufran como yo con la intriga.

Si quieres leer Asuntos Pendientes, puedes descargarlo gratis en el blog APH. La autora piensa publicarla agregándole más capítulos, después de publicar otra novela titulada La Noche. Así que más adelante podemos esperar más de Fabián y Diego, más intriga y, sobre todo, el estilo muy cuidado al escribir y dinámico al narrar  de Ana Prego.  



En cuanto leímos la sinopsis de Asuntos Pendientes nos gustó, porque adoramos que hagan versiones BL de los cliché, además este en concreto trata de algo que suponemos la mayoría de féminas se han planteado alguna vez, ¿qué tal sería eso de ser hombre?

Al principio la protagonista lo lleva fatal, y es que esos cambios drásticos llevados a la práctica deben ser complicados, además que pasar de niña pija a chico deportista no le entusiasma. Pero poco a poco se va adaptando, y una vez acepta su situación y se deja llevar, descubre facetas que ni siquiera sabía que tuviera. Llegando al punto en el que se replantea su vida, haciendo balance y dándose cuenta de que iba como un barco a la deriva intentando cumplir expectativas que al final ni siquiera le ofrecían una recompensa que la satisficiera. Entonces empieza a tener otro tipo de dilemas, que se van intercalando con tórridas escenas que son de agradecer.

Diego y Fabián sintieron desde el primer toque esa atracción de dos personas destinadas a estar juntas, a pesar del cambio de Verónica, no dejaron de amarse, aunque al principio Diego no entendiera qué ocurría. Entre los personajes secundarios a destacar de la novela podemos mencionar a Rafa o "gordi",  el mejor amigo de Fabían, que siempre le da su apoyo incondicionalmente, también tenemos Ruth por la que Fabián se siente atraído en un principio, cosa que le resulta muy inquietante a la protagonista.

A medida que se acerca el final parece que a pesar de resolver esos asuntos pendientes por los que había vuelto, le van saliendo otros que le resultan abrumadores, sobre todo el de dejar a su amor solo de nuevo, pero los hechos se precipitan y la acción va de sobresalto en sobresalto hasta que… y es aquí donde casi nos infartamos ¿Dónde está el resto? ¿Y ahora qué? Queremos saber cómo les va luego, cómo  será  ahora, después de haber sufrido  cambios tan grandes que acarrearon dolorosos sacrificios.

Con tanta sopresa concentrada en el desenlace el ritmo se nos hizo apresurado y un tanto abrupto, nos hubiera gustado que se desarrollara más.


RESEÑA DE SIN NOTICIAS (SERGIO VALLEJO) POR C. SANTANA


“¡He pasado de enfermero a cerebro del crimen en sólo tres días!”. 

Mafia búlgara, rumana, colombiana, peleas ilegales, policías corruptos, trata de personas, intriga, sexo, suspense, nuevas sensaciones, pasión. Todo esto encontraremos en la serie “Sin noticas” del escritor Sergio Vallejo.

A falta de la publicación del tercer libro de la serie, “Sin noticias de Samuel”, los dos primeros, “Sin noticias de Pablo” y “Sin noticias de Adrián”, se caracterizan por un denominador común: el suspense.

Desde las primeras páginas del primer libro, el autor nos va adentrando en un mundo de intrigas donde una banda búlgara y una de delincuentes colombianos hacen que la vida de Adrián, un enfermero español que está en busca de su hermano Pablo tras haberle enviado este un inquietante correo, se vea envuelta en el negocio sucio de la trata de personas. Adrián irá averiguando poco a poco, gracias a la inesperada aparición de un sicario búlgaro, Nikolay, y los mensajes en código que le deja su hermano, el motivo de la desaparición de Pablo y el oscuro mundo en el que ha caído por los azares del destino.

Algo a destacar de la serie son los recursos literarios que Sergio Vallejo utiliza. Juega con la primera persona, con la tercera, con flash-backs, con historias pasadas y presentes, todo ello llevado a cabo de una forma que hace que el lector viva la historia y se identifique con los personajes, sobre todo con Adrián, pues al usar la primera persona en el primer libro, conocemos sus pensamientos, sentimientos y los nuevos deseos que afloran en su interior.

“La segundas partes nunca fueron buenas”, no es un dicho que se pueda aplicar a esta serie. Si con el libro 1 devoras las páginas por la intriga que te supone la trama, esta llega a ser el enganche principal del libro 2. Sin embargo, sí que se echa de menos más elaboración de dicha trama en algunos pasajes y en varias frases de los diálogos, además de que la resolución de unas cuantas escenas parece acelerada. El argumento de misterios y enigmas podría verse más enriquecido si el autor indagara más en pequeños cabos sueltos que parecen quedar durante algunas secuencias de la obra. Pero esto no llega a empañar de un modo significativo el suspense del que es característico la novela, llegando este incluso a dejar en un segundo plano la relación entre los protagonistas; cosa que, por el contrario, al lector le será imposible obviar ya que las escenas de sexo llegan en los momentos oportunos, sin ser extensamente largas y dejándote el buen sabor de boca de un encuentro sexual que tanto nos gusta saborear a los amantes de este género.

Aparte del suspense, las notas de humor que se van sucediendo a lo largo de toda la obra no dejan indiferentes al lector. Más de una frase utilizada por el autor hará que muchos deban interrumpir su lectura para poder echar una buena carcajada.
Si Sergio Vallejo consigue aplicar todos estos aspectos en la tercera parte de la serie, no hay duda de que podremos decir que la homoerótica no está reñida con una trama atrayente, donde no solo el sexo debe formar parte de la ecuación.

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